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viernes, 15 de marzo de 2013

Ad+... Carmen Riera

Dice la RAE que voluntariado es el conjunto de personas que se ofrecen voluntarias - por propia voluntad y no por obligación o deber - a hacer algo. A nosotros esta definición se nos queda un poco coja, por lo menos en lo que a nuestro voluntariado se refiere. Falta añadirle generosidad, entusiasmo, pasión, ganas de aprender, tesón y alegría. Y es que, como nos demuestran día a día en cada una de sus visitas, todos estos ingredientes forman parte de nuestros voluntarios culturales.

Hoy queremos presentaros a Carmen Riera. Carmen, voluntaria en el MNAD desde 2007, nos cuenta cómo llegó a ser voluntaria, qué le aporta esta experiencia y cuál es su pieza favorita del museo. 

Desde que terminé la carrera hasta que me jubilé, mi mundo laboral ha girado en torno a la Enseñanza y para complementar las clases de Historia del Arte, en numerosas ocasiones, organizaba, con mis alumnos, visitas a distintos museos.

En algunos, no en todos, encontrábamos una personas entrañables que se ponían a nuestra disposición acompañándonos en el recorrido y, con infinita paciencia, respondían a las espontáneas preguntas que les formulaban mis "muchachos", aliñando las explicaciones con anécdotas y curiosidades. Así conseguían fijar los conocimientos mucho mejor que en las clases teóricas (yo podía comprobarlo al corregir los exámenes).

Carmen Riera

Estas personas, cuya existencia ignoraba, forman desde hace veinte años la institución de VOLUNTARIOS CULTURALES a la que me incorporé en 2007.

Mi experiencia, en estos años, no puede ser más satisfactoria. He encontrado un grupo de compañeros estupendos movidos por un mismo interés: el afán de transmitir a nuestros visitantes el dinamismo que se respira en "nuestro museo" borrando la vieja idea de que estas instituciones son algo estático e inamovible. Se aprecia, cada vez más, una actividad que, cuando me incorporé al MNAD, no había imaginado.

Por otra parte ¡qué gratificante es despertar el interés y el agradecimiento de los grupos a quienes acompañamos en las visitas!. Agradecimiento que es mutuo. Nos hacen sentir que, una vez terminada nuestra vida laboral, seguimos aportando nuestro granito de arena a la sociedad con todo entusiasmo.

Y no es para menos porque nos movemos entre una serie de piezas que nos son cada vez más familiares y a las que vamos tomando un cierto cariño.

Una de ellas me atrajo desde el principio. Se trata de una pequeña jarra de loza polícroma del siglo XVI, procedente de Urbino, trabajada tan primorosamente que se diría es de porcelana.

Aprecié aún más este tipo de cerámica al saber que ha inspirado una de las series más vistosas fabricadas en Talavera de la Reina, que lucían en sus escaparates las clases adineradas del siglo XVII y de las que aún hoy nos sentimos orgullosos.

¡Gracias Carmen por compartir tu experiencia! 
Como siempre, os invitamos a descubrir la colección permanente del museo de la mano de Carmen y de los demás voluntarios todos los domingos a las 11.30 para público individual y de martes a viernes previa reserva para grupos. ¡Os esperamos!

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