Lo que la colección esconde (XXVI): Cuenco de Talavera

Uno de enero, dos de febrero,.... siete de julio ¡San Fermín!. Las fiestas de S. Fermín se celebran este fin de semana, por eso, hoy queremos rendir nuestro particular homenaje a este patrón con  una pieza de cerámica que, como podéis observar, tiene un toro como decoración.

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Se trata de un cuenco realizado en la famosa fábrica de cerámica de Talavera de la Reina (Toledo) a finales del S. XVII, principios del S. XVIII con decoración pintada en la que aparece un toro corriendo enmarcado por dos árboles.

En Talavera a partir de la segunda mitad del S. XVII se desarrollan las series decoradas con escenas de sentido paisajista. Por el tipo de decoración de estas piezas, se genera una ilusión óptica cromática que ha llevado a denominar estas series como "polícromas". Se trata de escenas al aire libre y los temas más habituales son los cinegéticos y animales. La cerámica comienza a ser vista como soporte para decoraciones pictóricas, trascendiendo, en cierta medida, lo puramente decorativo. Los pintores cerámicos podían utilizar grabados y estampas como modelos para sus trabajos, aunque raramente copiaban directamente, eran más bien fuente de inspiración.

Se realizaron multitud de tipologías con esta decoración: platos, salvillas, lebrillos, bacías, pilas bautismales, orzas, jarros, jarrones, escribanías, tablillas o vaseras, especieros, mancerinas, candeleros, etc., lo que contrasta con la monotonía de series anteriores que se limitaban a las piezas principales del servicio de mesa y del ajuar de cocina como platos, orzas o cuencos. Esta variedad es reflejo de la "complicación de la mesa" y del aumento de la demanda de la cerámica de Talavera a finales del siglo XVII que comienza a ser apreciada como objetos decorativos de cierta suntuosidad.

Con él y con nuestro "inquilino pamplonica particular" os deseamos unos ¡¡felices Sanfermines y un estupendo fin de semana!!

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