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jueves, 5 de febrero de 2015

Pieza del mes de febrero. Una "pintura ridícula" en España: Bodegón de cocina del MNAD

Febrero trae a Madrid - ad+ de un frío polar - la VI edición del Gastrofestival. El MNAD se suma a este homenaje la gastronomía con una interesantísima pieza del mes. ¿Qué os sugiere el término "pintura ridícula"? Para el cardenal Gabriele Paleotti lo era, tal y como reflejó en 1582 en su tratado "Discurso en torno a las imágenes sagradas y profanas", toda aquella pintura que no guardaba el debido decoro e incitaba a la gula y la embriaguez, alejando a los hombres de la vida cristiana. Hablaba, seguramente, de las obras de naturaleza muerta en las que comida y bebida son protagonistas de la escena. En España es difícil encontrar ejemplos de estas pinturas, que sin embargo abundaron en Flandes y en Italia. 
No obstante, el MNAD conserva uno de estos raros ejemplares. Se trata del Bodegón de cocina con un pícaro que se ubica en la segunda planta del Museo y que es el nuevo protagonista de la pieza del mes.

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Gonzalo Hervás Crespo, licenciado en Historia del Arte, nos contará todos los secretos de esta curiosa y "ridícula" pintura. Y como aperitivo os dejamos unas pinceladas de lo que vais a poder descubrir sobre esta fascinante obra. 

¿Qué van a descubrir nuestros visitantes en la pieza del mes?

Van a poder descubrir una obra que es una auténtica rareza, ya que existen pocas obras parecidas dentro del panorama estético del siglo XVII en nuestro país, que era bastante normativo en cuanto a lo representado. Obras como ésta eran frecuentes en Flandes e Italia, pero no en España. A pesar de ello y de lo rígido del sistema artístico, hubo quien encontró fascinante abordar un asunto así, dejando claro que por mucho que se trate de conducir el arte en una serie de cauces, el hecho artístico es bastante más permeable y las influencias acaban filtrándose a quienes quieran recogerlas, como es el caso del artista anónimo que pintó este cuadro.

¿Por qué has elegido el bodegón?

Estoy haciendo una tesis doctoral sobre la pintura de género en España, y esto incluye piezas encumbradas y fantásticas como los niños de Murillo o las obras del primer Velázquez. Pero también otras menos importantes pictóricamente hablando, pero igual de valiosas para comprender el contexto artístico del Siglo de Oro. Puede que este bodegón no sea de una calidad sobresaliente, pero nos dice más cosas sobre las influencias estéticas que existían en España a principios del XVII que muchos otros cuadros más "bonitos".

¿Puedes adelantarnos alguna curiosidad sobre la pieza?

Más que curiosidad, es un hecho que en sí no deja de resultar curioso. A mucha gente a quien he enseñado el cuadro han dicho que incluso resulta desagradable. ¿No es fascinante que una obra pintada hace cuatro siglos a día de hoy siga teniendo ese poder? Actualmente hemos asumido que el arte puede e incluso debe ser pertubardor; que lo bello como fundamento de lo artístico ya no existe. Pero a principios del siglo XVII esto no era así, seguíamos con el canon de belleza heredado de Grecia. Por eso cuadros como éste que se alejan de los fundamentos artísticos habituales e incluso hacen apología de lo grosero, resultan de enorme interés.

¿Por qué animas a la gente a venir?

Animo a todo el mundo a que dejen fuera los prejuicios por lo aparentemente poco atractivo de la propuesta; todo lo que a nivel estético puede parecer antipático en la obra, en muchas otras cuestiones resulta apasionante.

¡Gracias Gonzalo! No dejéis pasar esta apetitosa propuesta y desafiad al frío madrileño visitando nuestro palacete de la calle Montalbán. Os esperamos los domingos 8, 15 y 22 de febrero a las 13:00 en la segunda planta del MNAD. ¡No faltéis!

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